Cada año, en agosto, la OMS, UNICEF y sus aliados celebran la Semana Mundial de la Lactancia Materna en 120 países. Si bien es una decisión de cada madre, cada vez más se comprueban los beneficios de la lactancia materna para la mamá y el bebé; y cada año se incrementa el número de mujeres que se unen a este movimiento, que es parte de la naturaleza humana y había dejado de tener fuerza cuando salieron las fórmulas al mercado.
Como dentista y como padre, no sólo me centro en los aportes nutricionales que brinda la leche materna en los niños, sino que facilita la respiración nasal del bebé, ayuda a un correcto posicionamiento de la lengua y dientes, además de un buen desarrollo de la forma del paladar.
La promoción de la iniciación temprana de la lactancia materna es una estrategia clave para la supervivencia del niño. Según un estudio es posible evitar el 16% de las muertes neonatales mediante la lactancia materna desde el primer día de vida de los lactantes.(fuente: UNICEF)
La lactancia materna exclusiva es:
Segura porque, a diferencia otros alimentos, la leche materna tiene todos los nutrientes necesarios, en la cantidad adecuada y de una calidad extraordinaria.
Saludable porque ayuda a prevenir infecciones y reducir el riesgo de condiciones alérgicas.
Sostenible porque contribuye a mantener una fuente segura de comida.
Dentro del aspecto saludable, podemos profundizar la parte dental que juega un papel muy importante en la vida de nuestros hijos. Todos los bebés nacen con una mandíbula pequeña en comparación con el maxilar superior. Cuando lactan y succionan el pecho de la madre, este movimiento ayuda a que la mandíbula “avance” en su posición, se ejerciten los músculos masticadores y faciales y por ende, se disminuya en un 50% los indicadores de maloclusiones (malas mordidas).
Por otro lado, me parece importante recalcar que la leche materna no causa caries por sí sola. Si bien encontramos lactantes con caries a edades tempranas, se puede producir por muchos factores como cuando la lactancia nocturna se prolonga, no hay una correcta limpieza bucal, cuando existen alimentos complementarios azucarados; cuando existe una trasmisión temprana de bacterias de la saliva de los padres; si el niño tiene defectos del esmalte; etc.
La leche materna es el mejor alimento comprobado para nuestros bebés los primeros 6 meses de vida, y si es más, mejor aún. La naturaleza es sabia… Sepamos valorar lo que la vida nos da (y en este caso, de cortesía)
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